martes, 25 de octubre de 2011

jose lopez portillo. tarea juan pablo torres

La alianza para la producción representa el intento de conjugar el funcionamiento económico que, desde el punto de vista gubernamental, deberá tener el propio aparato burocrático, el sector estatal de la economía y el capital privado. A su vez, la reforma política constituye aquella parte de la respuesta global a la crisis, que pretende hacer posible el que las clases trabajadoras del campo y las ciudades, acepten con relativa tranquilidad el incremento de la explotación de que ya son objeto; esta aceptación sería la base fundamental de la implementación, legitimada  ante las masas populares, del esquema global de salida a la crisis, marcado por la burocracia central del Estado mexicano.

No sería exacto pensar que sólo con el advenimiento del régimen capitaneado por JLP, es que los dos componentes fundamentales de la respuesta global mencionada, se empiezan a esgrimir como mecanismos para sortear la crisis. Un planteamiento así no sería del todo acertado, en virtud de que, en esencia, estos mismos dos componentes fundamentales –aunque con cada sector específico de la sociedad- fueron utilizados durante la administración presidencial encabezada por LEA.
Los antecedentes de los contenidos fundamentales  de la respuesta  global a la crisis, que propone el régimen de JLP, se encuentran ya incluidos en los mecanismos enfilados en la misma dirección durante 1977; a partir de 1978 –y por lo menos hasta 1980, año en que los cálculos oficiales señalan como el límite mínimo del proceso de salida a la crisis, si se siguen sus lineamientos- se intentará ponerlos en práctica. Lo anterior significa que, durante 1977, diversas fuerzas sociales van a aceptar, a pretender rechazar ó a intentar modificar el esquema global, propuesto por la burocracia  central del Estado mexicano.

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