martes, 25 de octubre de 2011

Sesion 14 _Geografia Economica de Mexico_

"Durante la mitad del siglo 20, América Latina experimentó varios modelos políticos y económicos para salir del subdesarrollo y de la dependencia de los EEUU, sin obtener resultados.

Terminada la Segunda Guerra Mundial, el gobierno norteamericano influenció políticamente a paises de todo el mundo, para que el comunismo no se extendiera, provocando la pérdida de sus privilegios económicos en las relaciones mantenidas especialmente con Latinoamérica.

La solidariedad continental y el anticomunismo impuesto por Washington, se plasmaron en el Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca, firmado en Rio de Janeiro en 1947. El acuerdo autorizaba, el intervento militar colectivo, cuando se considerase amenazada la seguridad de uno de los estados de los paises miembros.

Sobre el plano político, el nuevo sistema de relaciones se completó con la Organización de los Estados Americanos (OEA), según el acuerdo escrito en Bogotá en el 1948.

Hasta los años 80, la OEA fué considerada por la izquierda y los sectores nacionalistas latinoamericanos: “el ministerio de las colonias de los EEUU”, debido a su falta de independencia.

En realidad, el continente presentaba una variedad tan grande de situaciones anómalas, que resultó imposible, evidentemente, encuadrar sus problemas en un esquema.

El segundo conflicto bélico mundial, produjo diversas consecuencias a la economía de los paises que no cubrian las necesidades de las tropas aliadas. Las Naciones que exportaban productos no vinculados a las carencias provocadas por la guerra, sufrieron fuertes pérdidas. Las cosechas de café, coco, bananas y azúcar, productos que no tenían un mercado permanente de consumo, llevaron a la recesión al Brasil, así como a los paises centroamericanos y del Caribe.

Chile soportó la falta de compradores británicos del cobre, cuando Londres se abastecía de sus colonias en Zambia, no obstante, el gobierno de Santiago supo compensar esa pérdida, vendiendo nitratos y minerales para la fabricación de armas. Méjico y Venezuela redujeron la exportación agrícola, pero aumentaron aquella del petróleo.

Para Argentina y Uruguay fué un momento particular, porque la fuerte demanda de carne, cereales y lana permitieron vivir de prosperidad y acumulación de reservas, que se prolongaron hasta el fin de la guerra de Corea.

La falta de manufactura tradicionalemente importada, llevó a un proceso de industrialización, sobretodo en Méjico y en algunos paises de América del Sur.

De esa necesidad, nació particularmente en Argentina, Brasil y Mejico, un sentimiento de nacionalismo económico, inspirado a defender las propias riquezas. A tal fin promovieron la creación de industrias generalmente ligeras, mediante ofertas y creditos, mientras otras ya existentes fueron transformadas en haciendas estatales.

El nacionalismo económico tuvo grandes límites. En primer lugar, el transferimiento de capitales hacia la industria perjudicó el sector rural y lo mantuvo firme en su atraso. La ausencia de industrias pesadas y la construcción de maquinarias señaló, durante los años 50, la necesidad de construir un modelo tecnológico.

Surgió así la teoria del DESARROLLO, encarado para romper la dependencia, con estímulos para las industrias fundamentales y pesadas. Pero la falta de capitales y la presión de los EEUU sobre las oligarquias locales para que no apoyaran la financiación de ese tipo de industrias, impidieron el alcance de tal anhelado progreso."

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